miércoles, 9 de mayo de 2012

"Cuando dos cuerpos se unen"

Sudando frió te encuentro, estas ahí tirado, ensangrentado, aun percibo el aroma a sangre fresca en el aire, y coágulos se juntan alrededor tuyo... no se cuanto has estado aquí, pero deduzco que unas horas apenas, todo parece fresco, todo parece irreal, sin embargo el aroma me trae de vuelta, aun así sigo escuchando tu voz...
"-¿Shophie?
-¿Que pasa Mike?
-¿Te gusta el Helado?-me dijo suspirando
-Claro, ¿Acaso has olvidado que el día que nos conocimos, fue comprando helado?
-Por supuesto, a veces el pasado me parece tan distante-siempre me hablaba con esa voz melodiosa que lo caracterizaba y moviendo la cabeza, parecía como si la meneara, siempre al vaivén del viento, ligeramente.
-¿Quieres Helado?, he comprado de fresa con frutos rojos...."
Rojos... roja... cierto, la sangre rozaba mis dedos en ese momento, dentro de mi fantasía me había sentado a un lado de su cuerpo desnudo y mis dedos rozaban el tapete manchado de su sangre; instintivamente me lleve los dedos a la nariz e inhale su aroma, de alguna manera a pesar del tiempo aun olía a el, tenia impregnada su esencia, pase mis dedos por mi cabello, el cual era largo para entonces y castaño, como siempre me había gustado, con eso lo enamore...
"-Llevas ahí media hora...
-¿En serio?, me pareció que solo fueron unos minutos... ahh es que adoro el viento golpeando mi rostro y arrastrando mi cabello-En ese momento volteo su mirada y como hipnotizado mirando mi cabello se quedo un rato, suspiro.
-Tu cabello brilla como sol al ocaso, siempre brillante, dorado, rojizo castaño...-Movía su cabeza, me miraba fijamente, tenia una mirada penetrante."
Incline mi cabeza y mire mas de cerca, tenia aun los ojos abiertos, color oscuro, café oscuro, casi hacen juego con sus rizos castaño oscuro, y sus gafas, a eternas gafas, siempre mirándome a través de esos malditos cristales, al principio me gustaban, pero muchas ocasiones los odiaban, sentía que ellos me miraban aun mas profundo de lo que el nunca pudo ver, y mas al atardecer cuando se reflejaban en ellos mi alma, siempre tan sucia, ¡Malditas Gafas!, se las arranque y las aventé contra la pared, golpearon en el muro y cayeron al pie de una pequeña mesa que siempre conservamos al lado de la ventana, no se si fue casualidad pero cayeron mirándome, aun después de muerto su dueño, seguían atormentándome, me reflejaban, reflejaban mi alma.
Me quede viendo fijamente a los cristales, ahí estaba yo, estaba el, mi cabello largo, castaño ondeaba ligeramente por efecto del viento que se colaba por la ventana, suspire, las gafas me devolvían mi rostro, estaba con algunas arrugas, con alguna imperfección y un lunar cercano al labio, del lado derecho.
"-Tienes algo en la boca-me dijo la vez que nos conocimos.
-Jajajaja-me reí-Es un lunar y lo tengo de nacimiento
-O lo lamento mucho, solo es que no veo lunares tan seguido-me pareció demasiado extraño escuchar esta respuesta.
-¿Pues es que acaso no convives con la gente?
-En realidad, no-me dijo con aire melancólico-Mi madre murió joven, mi padre se fue de la casa, no tengo hermanos y yo me crié solo, muchas veces soy tan sincero que la gente prefiere evadirme, o sera que ven la tristeza dibujada en mi rostro... ah no lo se-"
¿Como es que desde entonces no me di cuenta?, siempre estuvo ahí, un signo claro de su nostalgia, siempre desde el principio me reflejo a la perfección, es mas, creo que el sabia como terminaría todo, lo vio, a través de sus gafas, todo lo vio en mi, escrito en mi alma, y la escuchaba gritar cuando pronunciaba su nombre, no lo entiendo, ¿como es que si sabias como terminaría todo, no te alejaste?, al contrario, en ocasiones pienso que me ponía todo mas fácil, mientras mas se acercaba a mi, mas aceptaba su final, la respuesta era fácil, no solo lo sabia... lo deseaba.
Me acerque le di un beso: -Mi amor, sabes que te amo, eres mi retrato, eres mi reflejo, eres mi deseo, mi recuerdo, mi soledad; al final los dos tuvimos lo que necesitábamos ¿no?, tu corriste a mis brazos en busca del desahogo de tu triste existencia, y yo te seguía para saciar mi alma, para beber de ti, para que me hicieras sentir una persona al menos un momento y después poder quedarme con lo que mas aprecio... tu vida-
Un ligero suspiro salio de mi, no lo pude evitar... me recosté a tu lado, te abrace, dejándome llevar por el momento, uniendo nuestros cuerpos en ese abrazo mortal, en ese abrazo tan lleno de soledad y vació de amor, tan lleno de nostalgia y compasión, mi cabello se mojo con tu sangre, no importa siempre me gusto tener impregnado tu olor en mi cabello...


RVS

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